LA LEISHMANIA SE PUEDE PREVENIR

La leishmania es un pequeño parásito (protozoo) que puede ser inoculado en el sistema circulatorio de los vertebrados superiores como el perro o el hombre por la picada de un mosquito conocido como Phlebotomo. Una vez allí puede infectar las células del sistema inmunitario (los macrófagos) un papel importante en la protección del organismo ya que están implicados en la curación de las heridas y en la defensa contra los patógenos, aunque desgraciadamente tienen más reconocido por la medicina convencional su papel en las alergias, anafilaxis y como mediadores de la inflamación (porque liberan la histamina). La histamina la suelen liberar los mastocitos como reacción de defensa cuando se ven rodeados de muchos antígenos (p.e. leishmania o partículas de ella) y esto produce una reacción en cadena (alergia o en casos más graves reacción anafiláctica). Las infecciones en humanos son muy poco frecuentes en el área mediterránea ya que el mosquito Phlebotomo tiene afinidad (zoofílico) por otros vertebrados y concretamente le gusta más picar al perro. Por eso, el mejor escudo es tener un perro en casa sobretodo si tenemos niños o ancianos, ya que estos tienen normalmente el sistema inmunitario menos fuerte.

Después de esta pequeña introducción, vamos al tema de la prevención. La leishmania una vez entra en la sangre, se introduce en los macrófagos y allí se reproducen incensamente hasta que rompen la pared celular y se propagan por la sangre. Nota aclaratoria: si las membranas de los mastocitos son "flojas" o están "desnutridas" o desgastadas por las múltiples reacciones frente a tóxicos ambientales, o hay exceso de radicales libres producidos en ambiente ácido cuando se les alimenta sólo de pienso comercial desvitalizado, entonces la leishmania destruye, entra y rompe a su antojo las membranas del macrófago, porque de algo viven también los parásitos.

A partir de este punto, fase de propagación la leishmania puede progresivament ir colonizando otros territorios más delicados como el hígado o el riñón, etc.

Entonces para que esto no suceda en las cálidas noches de veranos conviene recordar lo siguiente que os ahorrará costosos tratamientos convencionales relativamente eficaces, y sobretodo la infelicidad que provoca ver a nuestro querido compañero en un estado tan patético (sin hambre, flaco, sangrando por las patas o la nariz, perdiendo pelo, cojeando, y un largo y desdichoso etcétera.).



Por tanto invirtiendo el sentido al proverbio quedaría que "más vale una buena defensa que un buen ataque". Por eso, para que nuestro perro no coja leishmania hay que darle una buena dieta natural rica en vitaminas, minerals, antioxidantes y ácidos grasos esenciales omega 3 (esto se puede dar como forma preventiva de mil maneras comercializados). Esto es el pilar básico. Luego podemos ayudar a nivel ambiental: no dejarlo dormir fuera, ni al lado de focos de luz que atraen mosquitos, plantar geranios, lavanda o cualquier planta repelente cerca si duerme fuera. Utilizar algún collar natural repelente de insectos (como los que recomendamos en tienda on line), y algún spray repelente para las noches más calurosas y/o húmedas del verano.

Las pipetas o sprays químicos se pueden usar con moderación para suprimir el sistema inmunitario, mejor las de permetrina (que son repelentes y con efecto insecticida). En invierno no les pongáis que no hace falta, o como mucho cada 2 meses. Se trata de llegar a un efecto holístico y equilibrado entre la fuerza interna y la adquirida externamente.

Recordar también darles mucha cariño (el perro es una animal social que quiere vivir siempre con su camada humana y no sólo y olvidado como un juguete o alarma de seguridad). Por otro lado, sed higiénicos con sus cosas, no dejéis cacas sin recoger o suciedad porque esto atrae a todo bicho volador viviente, incluso el famoso mosquito tigre. Por cierto, no declaréis la guerra indiscriminada a los mosquitos con sprays químicos, porque si todos hacemos esto, en el mañana sólo tendremos SuperMosquitos que habrán creado resistencias, ya que la naturaleza es más sabia que el hombre. Además comeremos más sanos sin tanto pesticida, no enfermaremos tanto y podremos estar más tiempo felices cuidando de nuestros compañeros de vida.

Esperamos que sea útil esta información, y por cierto, aunque el alta sea gratuita si podéis colaborar con el mantenimiento de la revista os lo agradeceríamos para poder seguir dedicando nuestros mejores esfuerzos al bienestar de los animales (ver inicio de revista).

En el próximo número hablaremos de la leptospirosis (vacunar o no vacunar), que es una enfermedad potencialmente transmisible a personas y la pueden coger de cara al otoño, por eso es conveniente tomar medidas antes de esa época. Cualquier duda, consultad con vuestro veterinario habitual, o podéis consultarnos antes mediante "Consulta On Line", que aunque no lo parezca, también tenemos que cobrar a nuestros clientes, ya que no nos gusta dejar por pagar a nadie. Feliz Verano a todos los del hemisferios norte e Invierno a los que viváis en las antípodas!