Esta terapia consiste en la rehabilitación de la estructuras tales como ligamentos o tendones mediante la proliferación inducida de nuevas células. Se realiza con el propósito de fortalecer el tejido conjuntivo debilitado y aliviar el dolor músculo-esquelético. El término deriva de la palabra Prolo, abreviatura de proliferación. La terapia apunta a favorecer el crecimiento del tejido en la zona dañada. La proloterapia es también llamada "terapia de la proliferación" o "terapia de inyección de regeneración" (TIR). El objetivo consiste en tratar lesiones de tendones o ligamentos rotos o debilitados. Un tendón une el músculo con el hueso y los ligamentos conectan los huesos, los dos son importantes para la estabilidad y el movimiento normal de las articulaciones.
Para conseguir dicho efecto regenerativo se inyecta en los ligamentos o tendones afectados lo cual provoca una inflamación localizada que activa el proceso de cicatrización y estimula directamente el crecimiento de nuevo ligamento fuerte y sano. Si los tendones y ligamentos son más fuertes, también pueden soportar mejor el peso del animal y mantener la estabilidad normal de las articulaciones. Entonces el dolor se alivia. La proloterapia se utiliza para muchos tipos diferentes de dolor musculoesquelético crónico, incluyendo: la artritis, la enfermedad degenerativa de las articulaciones, ligamentos, tendones y cartílagos dañados, tendinitis, dolor lumbar, de cuello, degeneración discal intervertebral parcial, etc. Se puede realizar en perros y gatos, sin embargo, se utiliza con mayor frecuencia en perros de mediana edad y geriátricos.
La mayoría de los propietarios informan sobre una reducción del 50-80% en el dolor durante los primeros dos tratamientos. El tipo de paciente para el que la proloterapia es apropiado son animales con dolor crónico (osteoartritis crónica) en una o más articulaciones, cojeras, artritis crónica, luxaciones rodillas que no requieran cirugía, o en caso de riesgo anestésico. También tras la cirugía mejora el pronóstico de las lesiones tratadas, así como la recuperación. Útil también en caso de enfermedad ortopédica de origen genética (displasia de cadera, hombro y codo) y cojera crónica o dolor a pesar de la corrección quirúrgica en animales de trabajo o agilidad. La proloterapia permite reducir reacciones adversas a tratamientos crónicos con medicamentos para el dolor. No substituye la cirugía en ciertos casos, aunque la complementa.
Las sesiones de proloterapia consisten en sesiones cada 2- 6 semanas. Muchos animales mejoran con 2 ó 3 sesiones, aunque depende del grado de lesión. Combina bien con el uso de nutrientes específicos de apoyo y el uso de la acupuntura. De hecho el veterinario más adecuado para aplicar proloterapia es aquel que domina la localización de los puntos de acupuntura, pues muchos de ellos se encuentran asociados a ligamentos y tendones que se suelen tratar.
Por lo general hay algo de dolor local e hinchazón local durante un par o tres de semanas, y la gran mejora se logra después de este período de tiempo. Es ideal en combinación con acupuntura para limitar este efecto secundario y preferible a la utilización en paralelo de analgésicos ya que estos inhiben la reacción proliferativa y regenerativa. También en algunas ocasiones se requiere rehabilitación o terapia manual 2 ó 3 veces al día.
Las soluciones que se inyectan en proloterapia como dextrosa, lidocacína, vitamina B12, etc tienen la capacidad de activar la cascada inflamatoria y la liberación de factores de crecimiento. Esto permite que las estructuras de sostén (ligamentos, tendones, etc.) se recuperen aliviándose tras varias sesiones el dolor crónico que padecía el animal.
Conviene consultar con un veterinario especializado en medicina biológica para evaluar si su animal es candidato a este tipo de terapia.
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